Pertenecer al Automóvil Club de Almería ha significado una alegría y una satisfacción
La segunda de las entrevistas a los expresidentes del Automóvil Club de Almería realizadas por el periodista del Diario de Almería Rubén Rozas habló tiene como protagonista a José María Rodríguez Navarrete, que presidió la entidad en dos ocasiones, desde el 1980 al 1988 y desde el 1998 al 2003.
¿Cómo recuerda su etapa como presidente del club?
Los recuerdos son preciosos de toda la época, son muy bonitos y lo bien que lo pasamos. Al principio era corriendo el rally con el coche desde el 1975 al 1978, que fue cuando se decía que iba a desaparecer, hubo un jaleo y conseguimos reunir a toda la junta directiva y ahí me eligieron a mí presidente (1980). Quizás porque era el que más hablaba y ya estuve ocho años, que me tuve que ir a Madrid y convencimos a Fernando Berruezo para que se metiera. En esa época que estuvimos primero lo más bonito es que organizamos todas las pruebas automovilísticas, el Rallye Costa de Almería y en esa época logramos que el Rallye Costa de Almería volviera a ser puntuable y ya hicimos varias pruebas en esos ocho años. Promovimos todo lo que se había parado, empezamos a hacerlo y con cosas nuevas hasta que llegó esa época del traspaso a Fernando Berruezo, que estuvo tres años, y otra vez volví a entrar yo. En esa época cuando estábamos reuniendo todos los eventos deportivos se puso muy de moda las carreras de todoterreno, entonces se hizo la Baja Almería que Ramón Gómez-Vivancos vino con nosotros e hicimos la Baja Almería y vino gente de toda España a correr y quedó muy bien. Luego quisimos hacer otra pero se nos paró, con la única espinita que me he quedado, que es muy difícil, es haber hecho con el Automóvil Club de Almería la Vuelta a España que se hizo en el año 1973 y habría hecho la segunda Vuelta a España, pero económicamente eso es muy difícil.
¿Cómo vivió esa segunda etapa?
En esa segunda etapa comenzamos a reformar la sede, que era muy antigua y con la ayuda de todos los socios, especialmente del presidente de ahora estuvo ayudándome porque conocía a los que se quedaron con la barra del club. Empezamos otra vez a seguir toda la línea que había de antes de automovilismo y seguir para arriba hasta que pasaron otra vez ocho años, hubo otra asamblea y empezó a venir mucha gente de El Ejido por lo que dije que ya estaba cansado y que se metiera otro, en este caso Rafael Ruiz Ortiz, otro piloto. Ahí estuvimos unos catorce o dieciséis años separados por un intermedio. Pero los recuerdos son muy bonitos, fue una cosa que me gustó muchísimo. Las cosas malas se olvidan y te quedas con todas las cosas buenas.
¿Cómo fueron sus inicios en el automovilismo?
Desde siempre me han gustado los coches y las motos, al principio en los años 70 me metí mucho en las motos y cuando me fui a Madrid, porque empecé a trabajar ya y ahí estuve cuatro años y luego me vine aquí otra vez, empecé como todo el mundo con un Seat 600 y una vez me compré creo que fue un Seat 1800 y empecé a correr los rallies. En el 1975 fue el primero, siempre fue en Almería, pero en el 1977 el Automóvil Club hizo un equipo con un chaval de Granada, Felix Blasco, un socio que falleció hace poco. Hicimos los equipos de Almería y nos fuimos a recorrer toda Andalucía. En el 1977 me quedé empatado a puntos con un malagueño, pero me robaron el coche en Córdoba en el último rally y estábamos empatados a puntos. Como estábamos empatados a puntos el tenía un rally más que yo fue él el campeón. Luego dicen que el coche mío apareció después después en la carretera para venir a Almería, eso lo hicieron para que yo no corriera porque yo fui a correr con Félix Blasco, el amigo que iba también de Almería, y me dijo que corriera con su coche. Fuimos a decírselo a la organización, pero ya no se podía hacer, tenía que ser un día antes para poder cambiar de coche. Ahí me quedé subcampeón. Después lo dejé y empezamos ya a organizar.
¿Cuál es su vínculo con el automovilismo en la actualidad?
A mí me encanta todo, sigo a Fernando Alonso en la Fórmula 1 y sigo también ayudando en el club como socio, menos de lo que pudiera porque he estado un poco fastidiado de médicos y a ver si me estabilizo un poco y me ven más veces por ahí. Pero la afición siempre pica un poco.
¿Cómo ve al club en la actualidad?
Ahora mismo no sé la situación exactamente, pero creo que está bien. Ha tenido muchas dificultades y ahora parece que está funcionando. Antes estaba todo muy centrado en lo nuestro, ahora hay otros Automóvil club como el Automóvil Club Comarca del Mármol que hace la subida de Macael, hay cuatro o cinco y antes era solo el Automóvil Club de Almería.
¿Cómo valora la evolución del club desde su llegada hasta la fecha?
La evolución ha ido muy bien porque empezamos de cero. Estuvo un par de años cerrado y perdió la puntuación para el rally, pero fue subiendo y hemos ido consiguiendo que esté otra vez a la altura. Le escribí una carta al rey para que fuera presidente de honor del rally, la aceptaron, pero tuve la mala suerte de que cuando lo dejé y en la etapa en la que estuvo Fernando Berruezo vino el rey y fue Fernando Berruezo a entregarle el escudo de oro. Todo lo que había hecho lo disfrutó él, pero no pasa nada.
¿Qué supuso poder ser homenajeado como presidente del club?
La pena es que no pudiera ir porque vine del hospital y no podía moverme. Como faltó algún presidente más van a hacer una cosa pequeñita para darnos el escudo de oro.
¿Qué ha significado para usted pertenecer al Automóvil Club de Almería?
Ha significado una alegría y una satisfacción porque es una afición que te gusta y estando ahí en lo que te gusta disfrutas y lo vives. Como he dicho antes ha habido sus dificultades y sus cosas buenas que son las que mejor recordamos, positiva y totalmente muy buena.